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La historia de los movimientos poblacionales que configuraron el continente africano está comúnmente asociada al surgimiento y evolución de la lengua bantú, aparecida hace aproximadamente unos 4.000 años y cuya imparable expansión tuvo un impacto trascendental en el panorama lingüístico, demográfico y cultural de África. Pero ahora un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Science Advancespone en duda que su expansión fuera lineal. Según los científicos responsables del estudio, las comunidades de habla bantú de la selva tropical de la región del Congo sufrieron un gran desplome demográfico hace entre 1.600 y 1.400 años. Un hundimiento poblacional que, según los investigadores, pudo deberse a una epidemia prolongada de la que no se recuperaron hace aproximadamente 1.000 años.

El equipo investigador, dirigido por especialistas de la Universidad de Gante, realizaron un seguimiento pormenorizado de la evolución poblacional del continente africano a partir de 1.140 dataciones por radiocarbono de restos arqueológicos localizados en 726 yacimientos situados a lo largo de la selva tropical africana, que comprararon con 115 estilos de producción cerámica de la región. Sus conclusiones contradicen la creencia común de que la expansión de las comunidades de habla bantú fue un proceso continuo y a gran escala, surgido desde hace unos 4.000 años hasta el inicio de la trata transatlántica de esclavos relacionada con la colonización europea de África entre los siglos XVI y XIX.

Las conclusiones contradicen la creencia aceptada hasta la fecha de que las comunidades hablantes de bantú se expandieron de forma continua por África.

El hallazgo no es menor, pues supondría la revisión la historia de la población de siete países africanos actuales (Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República del Congo, Gabón, Guinea Ecuatorial y Angola). “Nuestro estudio indica que la expansión de las poblaciones hablantes de lenguas bantúes fue un proceso discontinuo que incluye varias olas migratorias, un hecho más complejo de lo que se pensaba hasta la fecha”, comenta a National Geographic a través del correo electrónico César Augusto Fortes Lima, investigador postdoctoral de la Universidad de Uppsala, en Suecia, y coautor del estudio.

Una investigación interdisciplinar

Los debates actuales sobre la descolonización africana y el interés por la restitución de la herencia cultural del continente, afirman los autores del estudio, han reactivado el interés sobre la colonización europea de África central, incluso si este proceso fue un período relativamente corto en la larga historia poblacional del continente.

La investigación actual -incluido en un nuevo proyecto de investigación interdisciplinaria que examina las interconexiones entre la migración humana, la difusión del idioma, el cambio climático y la agricultura temprana en el África central precolonial- combina un análisis exhaustivo de dataciones de restos arqueológicos (una variable usada como un indicador de la actividad humana y de la fluctuación demográfica), con el estudio integral de la diversidad y distribución de estilos de fabricación de cerámica (usadas como un indicador de desarrollo socioeconómico). Estos registros arqueológicos se compararon también con las pruebas genéticas y lingüísticas, de las que se obtienen nuevos conocimientos sobre la historia de los asentamientos antiguos de las poblaciones de habla bantú en la selva tropical del Congo.

Río Monboyo, República Democrática del Congo. Las primeras sociedades sedentarias hablantes de lenguas bantúes se establecieron en la selva tropical del Congo cerca del 700 a.C.

Río Monboyo, República Democrática del Congo. Las primeras sociedades sedentarias hablantes de lenguas bantúes se establecieron en la selva tropical del Congo cerca del 700 a.C.


Foto: ©Wannes Hubau, 2015

Según el arqueólogo Dirk Seidensticker, de la Universidad de Gante, uno de los autores de la publicación, se trata de un estudio único, teniendo en cuenta su enfoque multidisciplinar. “Somos los primeros en integrar estos tres tipos de conjuntos de datos arqueológicos a una escala tan grande y por un período tan largo para demostrar que en África Central los dos períodos de actividad humana más intensa (entre cerca de 800 a.c y 400 d.c.) y entre 1000 a 1900 d.C, están separados por un colapso generalizado de la población identificado entre los años 400 y 600 d.C. Al ser la cerámica uno de los pocos elementos materiales del patrimonio cultural que ha sobrevivido a los estragos del tiempo, este es un importante paso adelante para la arqueología de África central”, asegura.

Nuevos descubrimientos sobre la controvertida expansión bantú

“Tendemos a ver a los actuales hablantes de lenguas bantúes de hoy como los descendientes directos de aquellos que originalmente se establecieron en la selva tropical hace unos 2.700 años, y pensamos que las lenguas bantúes actuales se desarrollaron directamente a partir de las lenguas ancestrales de aquellos primeros pobladores”, afirma el lingüista especializado en poblaciones africanas Koien Bostoen, de la Universidad de Gante, otro de los autores del estudio. Sin embargo, apunta el experto, los resultados de la investigación muestran que la ola inicial de comunidades hablantes de lengua bantú de la edad del hierro temprana había desaparecido en gran medida en toda la región de la selva tropical del Congo a lo largo del año 600 d. C, por lo que deducimos que las lenguas bantúes de esta zona pueden ser casi 1.000 años más recientes de lo que se pensaba. “A grandes rasgos -apostilla el experto- nuestro estudio muestra que las sociedades africanas se enfrentaron a graves catástrofes mucho antes de la trata transatlántica de esclavos de la colonización europea, a las que tuvieron la oportunidad de superar y recuperarse. Es algo muy esperanzador”.

Las lenguas bantúes de la región tropical del Congo pueden ser casi 1.000 años más recientes de lo que se pensaba.

Varias mujeres preparan vasijas de barro para hornear en la provincia de Kwilu, República Democrática del Congo.

Varias mujeres preparan vasijas de barro para hornear en la provincia de Kwilu, República Democrática del Congo.


Foto: Koen Bostoen

La peste de Justiniano, una posible explicación

Según apunta el paleobotánico Wannes Hubau, de la Universidad de Gante, también coautor de la investigación, el colapso drástico de la población alrededor de los años 400-600 d.C coincidió con unas condiciones climáticas más húmedas en toda la región, y, por lo tanto, puede haber sido promovido por una epidemia de efectos prolongados. “Observamos una amplia coincidencia entre el marcado declive demográfico en al selva tropical del Congo y la plaga de Justiniano (541-549 d.C). La peste, afirma el experto, podría haber causado estragos personas en Asia, Europa y África, lo que podría explicar en parte el elevado declive poblacional experimentado en el centro del continente africano.

La de Justiniano fue la plaga que más afectó a Europa, y la que dejó un mayor número de fallecidos -apunta Cesar Fortes-Lima a National Geographic España-. Dado que es una enfermedad altamente contagiosa, es lógico pensar que también se dispersó rápidamente a otros continentes sin control, tal y como está ocurriendo actualmente con la pandemia de la COVID-19. Además, se han encontrado cepas de Y. Pestis en varios países del África subsahariana (como la República Democrática del Congo, Kenya, Uganda y Zambia). Estudios futuros usando ADN antiguo de África ayudarán a aclarar qué epidemia fue la causante del colapso de la población”, concluye el experto.

Sea cual sea la causa, el reciente estudio ayuda a comprender mejor las dinámicas y la expansión de las poblaciones africanas. “Nuestra investigación -explica Fortes- destaca la alta complejidad de las poblaciones africanas y sus eventos históricos en África, aspectos que todavía desconocemos en profundidad. En esta nueva investigación hemos analizado diferentes datos arqueológicos, genéticos, lingüísticos y paleoclimáticos con los que podemos tener una visión más amplia de los diferentes períodos históricos, lo cual nos permite conocer mejor los flujos demográficos que han influido en la alta diversidad poblacional que podemos encontrar actualmente en el continente africano”. La historia de África nunca deja de sorprendernos.

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