La Iglesia católica aprovechó la Ley Hipotecaria impulsada por el Gobierno de José María Aznar para extender su patrimonio inmobiliario por toda el país: desde Llançá, en Girona, a Frontera, en la isla de El Hierro. Entre 1998 y 2015 puso a su nombre 35.032 bienes. Sin embargo, 15.026 de ellos, el 43%, poco o nada tienen que ver con su actividad religiosa: pisos, solares, fincas, viñedos, tierras de cultivos o plazas de aparcamiento y garajes, diseminados por todo el mapa de España. En más de 500 municipios todas las inmatriculaciones al amparo de esta norma son de este tipo.
A partir del listado remitido por el Gobierno al Congreso la semana pasada, elDiario.es ha armonizado y analizado la información para localizar, de un vistazo, dónde se encuentran los bienes inmatriculados por la Iglesia que han sido identificados por los registros de la propiedad. En el mapa interactivo que abre esta información puedes buscar el nombre de cada localidad, así como explorar qué tipo de propiedad predomina en cada municipio, si los templos religiosos y sus dependencias o los bienes destinados a otro tipo de usos no religiosos. Al final del texto, puedes identificar cada uno de ellos, en un buscador.
Casas, fincas, garajes y hasta bodegas
Las propiedades se diseminan por todo el territorio, aunque la concentración es llamativa en Galicia, algunas zonas de Castilla y León y Catalunya. En Galicia son 4.300 los bienes que se han puesto a nombre eclesiástico que no son ni templos ni sus dependencias, cosa que la sitúa como la comunidad con más inmatriculaciones de este tipo.
En Castilla y León, garajes, viviendas, huertos o fincas suman 4.000 inmatriculaciones. Las provincias de Soria y Zamora concentran las localidades donde estos bienes son la mayoría de lo que la Iglesia ha registrado gracias a un certificado que expedía ella misma, aunque hay zonas por toda la comunidad autónoma, según puede observarse en el mapa superior.
Si se mira con detalle, resaltan zonas como el Pallars, al norte de Lleida, donde se concentran pequeños pueblos con decenas de inmuebles con «otros usos», no religiosos. En Rialp, la Torre de Cabdella, la Vall de Cardós, Sort o la Guingueta d’Àneu son algunos de los municipios donde se inmatricularon más de 40 bienes, todos ellos de uso no religioso.
También llaman la atención algunas zonas de Zaragoza, Ciudad Real, País Vasco, Valladolid o Granada, pero en este caso por aparecer casi vacías en el mapa. En estas provincias se han identificado muy pocas inmatriculaciones si las comparamos con las que se han listado en los municipios de su entorno.
Dificultades para recuperar el patrimonio inmatriculado
La nueva normativa permitió que esas decenas de miles de bienes inmuebles aparezcan como propiedad de la Iglesia con una simple certificación eclesiástica de que eran suyos, incrementando el patrimonio legal por casi cualquier rincón del país en apenas 17 años: de 1998 a 2015. Los obispos actuaron, de esta manera, como notarios de lo que la Iglesia decía que era su propiedad.
En teoría, este catálogo que mancha todo el mapa del país podría permitir que aquellos que consideren que un bien concreto pertenece a otra institución o particular reclame. Pero las asociaciones que persiguen esta revisión desde hace tiempo consideran que se aboca a que sean los presuntos perjudicados, personas físicas o jurídicas, los que, a base de emprender un pleito contra la Iglesia católica española por cada caso, reclamen presuntas apropiaciones sin derecho. «No aportan ninguna solución legislativa, todo queda al albur interpretativo de los tribunales», explicaba Jorge García, coordinador de Recuperando, en conversación con elDiario.es
Los obispos ya han avisado: revisarán solo «si alguien viniese con mejor derecho», es decir, con un papel que revirtiese el que los obispos se dieron a sí mismos. Y siempre, señalaban, «en cada institución de la Iglesia que ha inmatriculado», no la Iglesia como tal, sino caso por caso. No esperan miles de pleitos.