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El 28 de marzo de 1982 se realizaron las elecciones para escoger diputados que conformarían la Asamblea Constituyente que decretaría una nueva Constitución. Organizó ese evento el Consejo Central de Elecciones presidido por el Dr. en medicina Jorge Bustamante. El PDC obtuvo 590,644 votos con el 40.2 % de ellos logrando 24 diputados. ARENA 430,205 votos con el 29.2 % y 19 diputados. PCN 273,383 votos con el 28.6 % para 15 diputados. Acción Democrática 112,787 votos con el 7.7 % y 2 diputados. El PPS logró 44,900 votos con el 3 % de votos, obteniendo un diputado. El Partido de Orientación Popular solo tuvo 17,378 votos, con el 1.2 % de la votación, sin obtener ni un diputado. Todos los partidos eran del centro político a la derecha, sin participación de la izquierda.

Es más, los insurgentes del FMLN se opusieron a las elecciones, sin embargo se estimó que la afluencia de votantes significó un triunfo de los sectores que optaban por la vía electoral. La izquierda democrática no participó, una parte por encontrarse fuera del país debido a la inseguridad provocada por los grupos paramilitares, y la que estaba dentro, por dificultad de organizarse y tampoco creer en el proceso. Aclaro que conozco que el término democrático también es utilizado por los revolucionarios.

Se nota entonces que buena parte de la población salvadoreña no estaba representada en esa Asamblea Constituyente, por lo que se aduce que carece de legitimidad. Para su elaboración, fue invitada la ciudadanía para que participara con sus opiniones, llamado que fue atendido por muchos, exponiendo sus propuestas ante el pleno de los diputados en sesiones abiertas al público.

Aunque el PDC fue el partido con más diputados, los partidos de derecha formaban mayoría, pero no existió una “aplanadora” sino que de las discusiones salieron consensos de los varios partidos. Es de resaltar que aunque AD solo tenía 2 diputados, la calidad de ellos le permitió modelar e influir para bien en el articulado de la Constitución.

Pasó el tiempo y llegó el momento del diálogo entre el Gobierno de El Salvador y los insurgentes del FMLN, surgiendo entre sus temas la Constitución de 1983. Veo los Acuerdos de México de 27 de abril de 1991 que consignan “que se requieren de varias reformas constitucionales sobre las cuales las partes han alcanzado acuerdos que aunque sean parciales sean sometidas a conocimiento de la Asamblea Legislativa”. Firmaron por el FMLN Schafik Hándal, Joaquín Villalobos, Salvador Samayoa y Ana Guadalupe Martínez. Con eso la izquierda revolucionaria le estaba dando su asentimiento a la Constitución de 1983, pues no quedó escrito que había que elaborar una nueva, sino hacerle reformas a la vigente.

Al amparo de la Constitución de 1983 esa izquierda participó en elecciones, ganó diputaciones, tomaron los diputados posesión del cargo jurando cumplirla y luego ha desarrollado su actividad política llegando incluso a ganar la presidencia de la república en 2 ocasiones. Después de los acuerdos de paz han propuesto otras reformas constitucionales que se han aceptado y han apoyado las propuestas de otros. En mi opinión, la Constitución de 1983 ya goza de legitimidad, pues la izquierda le ha dado su aprobación a posteriori.

Con todo, si se sigue creyendo que la Constitución de 1983 no es legítima, tampoco lo es entonces la de EUA porque en su elaboración fueron excluidos dos grandes sectores, el de las mujeres y los originarios de África.



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