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Hoy en día son muchas las luchas que
protagoniza la clase obrera, no hay semana sin una acción reivindicativa, la
gran mayoría, quieren visualizar el trato vejatorio, los malos contratos, los
despidos improcedentes y las condiciones nefastas en los entornos laborales. Es
una lucha continua, en la que las victorias por parte de la clase trabajadora,
se pueden contar con los dedos de las manos.

Es por eso, que nos parecía
importante escribir este artículo. Para seguir animando a todas las compañeras
y compañeros, a no desistir, ya que no todo está perdido y la lucha es el único
camino para conseguir victorias,  la
esperanza es lo último que se pierde.

Ahora, nosotras, vamos a contaros
nuestra lucha y sus victorias.

Trabajamos de forma precaria, cada
año que pasa vemos bajar nuestro salario y las jornadas se reducen. Pero con la
llegada del Covid-19 hemos visto lo vulnerables que somos, por nuestros
trabajos precarios por ser mujeres y ahora por una pandemia global que lo a
puesto todo del revés.

Nuestra experiencia y lucha como trabajadoras dependientes de una empresa subcontratada por un Organismo Público ha sido dura y carente de transparencia por parte de la empresa y del Ayuntamiento de Granada.

Desde el 12 de marzo de 2020, día que
conocimos la suspensión de las actividades, nos comunicaron que seguiríamos con
las mismas condiciones en cuestión del cobro de salario, ya que el presupuesto
para los talleres estaba contemplado por el Ayuntamiento y adjudicado para su
ejecución y pago. Sin embargo pese a manifestar muchas trabajadoras a la
empresa la posibilidad de poder llevar a cabo los talleres mediante medios
telemáticos, estas propuestas no se tuvieron en cuenta y aplicaron un ERTE que
según el artículo 34.1 del Real Decreto Ley 8/2020 de 17/03/2020, no es posible hacerlo ya que  son
las Administraciones Públicas correspondientes las que se harán cargo de los
gastos salariales de los trabajadores previa solicitud de la empresa.

En nuestro caso nos pusieron en un
ERTE cuando no estaba nada claro que fuera correcto, cada una de nosotras con
un contrato diferente, por horas y estando en más de una empresa… realidades
diferentes.

A partir de este ERTE, la empresa no
nos comunicó nada, en cuanto a información y posibilidades en la ejecución de
nuestros contratos. Por lo tanto, al no tener representación sindical, no
teníamos representación legal de los trabajadores para con la empresa, con el
consiguiente desamparo laboral. Nos pusimos en contacto con el Sindicato CGT,
mayoritario en el Ayuntamiento en el Área de Derechos Sociales y nos informaron
de todas nuestras posibilidades como trabajadores de subcontratas con
organismos públicos y de la garantía de crear una Sección Sindical para poder
obtener información de la empresa, la cual, insistimos no transmitía información
y no proporcionarle ningún feedback a la plantilla cuando estos querían ponerse
en contacto con ella.

También fueron contactando diferentes
partidos de la oposición, los cuales querían obtener información acerca de
nuestra situación y si los talleres se podían llevar a cabo de otras maneras
alternativas. Pues según ellos, este Servicio Público no debería haberse
suspendido.

Se llevó a cabo una reunión con el
Concejal de Derechos Sociales, organizada a través del Sindicato CGT, en la que
estuvieron presentes monitoras en representación de todo el colectivo y en la
que se comunicó un recorte de horas para la ejecución en los talleres. A la
misma vez se informó, que no se iba a cancelar el contrato con la empresa, algo
que es inviable por el propio Real Decreto Ley 8/2020 de 17/03/2020 emitido por
el Estado Español y que regula las relaciones laborales en el Estado de Alarma.

Este recorte suponía un 15 % pero se
convirtió en un 59% de recorte en la comunicación a los Educadores de los
Centros de Servicios Sociales del Ayuntamiento, que son los que programan las
actividades para el nuevo curso. Este recorte suponía que la mitad de las
monitoras que impartimos estos talleres nos íbamos a la calle y esto unido a
nuestro contrato de Fijas Discontinuas, 
agravaba más nuestra situación de cara a las negociaciones con la
empresa por los despidos improcedentes e indemnizaciones a pagar por estos
despidos.

Por esto decidimos afiliarnos, lo
hicimos con CGT, sindicato asambleario que nos permite trabajar de forma autónoma
y sin ninguna vinculación política.

Sabemos que cambiar o eliminar las injusticias sociales y laborales no es tarea fácil pero no desistimos, creemos que la lucha sindical puede y debe cambiar nuestras vidas.

Por eso, creamos la Sección Sindical,
y la Delegada Sindical contactó con la empresa para saber de las acciones
futuras, del ERTE pedido pero no concedido, del recorte del 59%, y de la
posibilidad de efectuar los talleres de verano con otras formas alternativas.
La solución de la empresa era seguir en el ERTE y no contemplar las propuestas
hechas por las trabajadoras. Según la empresa no se podían llevar a cabo, cosa
que nunca fue consultada a la plantilla ya que nunca han tenido en cuenta la
opinión o la formación de las trabajadoras para contemplar otra viabilidad en
la ejecución de los talleres.

Nuestra lucha siguió adelante y no
nos amedrentamos ante la falta de información y de las  continuas declaraciones del Concejal negando
los recortes que ya se habían planteado y se habían aprobado para ejecutarlos
en el próximo curso 2020-21. Con la Sección Sindical creada y con el Sindicato
se planteó una seria de acciones reivindicativas para hacer saber nuestra
realidad a la población de Granada y a los medios de comunicación. Queríamos
visibilizar y hacer constar que este Servicio Público iba a desaparecer, con la
consiguiente merma en los Derechos Sociales de los usuarios a los que van
dirigidos los talleres Socioeducativos, considerados en el contrato público con
Expte. 139 SE/2017, como
talleres socioterapéuticos.

Debemos
remarcar que nuestros usuarios, con los que llevamos trabajando muchos años en
estos talleres se hallan en  colectivos
de riesgo. Mayores, Infancia,  Mujeres y
Población derivada de Servicios Sociales, los cuales fueron los primeros que
pidieron poder seguir con estas actividades ya que son esenciales en su salud
física y emocional.

Por
eso, era fundamental que fuesen las propias personas usuarias de dichos
talleres, quienes salieran a la calle a manifestarse. Y la única forma de movilizarles,
era contándoles cada paso que íbamos dando, haciéndoles partícipes en la lucha
y dejándoles claro que no podían conformarse, que era el momento de presentar
batalla.

Durante
nuestras conversaciones y reuniones con ellas, pudimos ver como les estaban
haciendo llegar desde el Ayuntamiento, información sesgada, que no faltaba a la
verdad pero que omitía la realidad (no hablando de los recortes) para así
evitar que fuesen a manifestarse. Así conseguimos que nuestras acciones
reivindicativas fueron respaldadas, no sólo por el Sindicato CGT sino por los
propios usuarios de los Talleres,  ya que
estos recortes no sólo supondrían una merma en la situación laboral de las
monitoras sino que también más de la mitad de los usuarios de dichos talleres
no accedería a este Servicio Público Básico Esencial, con el consiguiente
agravio en sus Derechos Sociales.

Organizamos
una concentración reivindicativa y pacífica para el día 20 de julio en la Plaza
del Carmen. Nuestra intención era hacer llegar al consistorio y a la población
en general que nuestras actividades son muy necesarias y más en estos momentos
en los que vivimos que producen un gran aislamiento sobre todo en los
colectivos sensibles como son aquellos con los que trabajamos; a nuestros
usuarios que estamos luchando por ellos, para que tengan sus talleres como
antes; y por nuestros puestos de trabajo.

La
concentración consistía en hacer públicamente y con los asistentes actividades
que normalmente hacemos en los talleres: chikung, pasodoble y tango, un mural,
rondalla y baile. Las actividades estaban organizadas con  las medidas sanitarias necesarias, todos los
asistentes iban con mascarilla, se guardó la distancia social y se repartió gel
hidroalcohólico. Repartimos pegatinas e hicimos un mural con el lema “Los
talleres son nuestro mundo”, porque lo son, para todas las personas asistentes
a la concentración y para todas aquellas que no pudieron asistir.

Las
actividades correspondientes la infancia, ausentes en la concentración, estaban
representadas por las y los monitores que trabajan con ellos.

La
concentración transcurrió de forma lúdica, divertida y sobre todo,
reivindicativa, con  consignas en contra
de los recortes que el ayuntamiento anunció hacer en los talleres municipales;
de forma que el consistorio se hizo eco de nuestra protesta y tanto el concejal
como el alcalde bajaron a hablar con nosotros. Fue todo un éxito en cuanto a
participación, algo más de 100 asistentes; como a resultados, ya que
conseguimos que el ayuntamiento decidiera iniciar el diálogo con CGT.

Y
gracias a nuestras acciones y el miedo a que la próxima acción prevista tuviera
el mismo o mayor afluente de personas, alcanzamos la “tan ansiada” victoria:
nada de recortes para este curso, las mismas horas que el año pasado para todas
las compañeras y compañeros y un plan B, en caso de un posible confinamiento,
para seguir los talleres de forma telemática (perfectamente elaborado ya por
nosotras) y evitar así un nuevo ERTE.

Esperamos
que nuestro artículo ayude a perderle el miedo a las represalias, pues
reivindicar y luchar por los derechos de los trabajadores y por los Derechos
Sociales alcanzados, es algo que está garantizado por nuestra Constitución y
por el Estatuto de los Trabajadores, y la libertad de luchar por nuestros
derechos, es algo que jamás podrán arrebatarnos, pues son derechos conquistados
por la clase obrera.

Autoría: Matilde Reguero, María Mendikute, Mavi Fdez. Teba y Sonia Moreno en representación de Monitorxs Unidxs de Granada.

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