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MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) –

La Fiscalía de Tailandia ha retirado los cargos contra el heredero de la fortuna de bebidas energéticas Red Bull, Vorayuth Yoovidhya, acusado de matar a un agente de Policía en 2012 tras arrollarle con su Ferrari, en un caso que ha provocado indignación popular por la sensación de impunidad que desprenden los millonarios en el país.

Vorayuth es el nieto del co-creador de la bebida energética cuya andadura comenzó en el país asiático antes de extenderse por todo el mundo. La fortuna familiar se estima en 13.100 millones de dólares, mientras que el padre de Vorayuth, Chalerm, es el segundo hombre más rico de Tailandia con una fortuna individual acumulada de 20.000 millones de dólares.

Vorayuth, de 28 años, estaba al volante de su Ferrari el 3 de septiembre de 2012, cuando chocó con un policía en una motocicleta en el centro de Bangkok, lo que provocó la muerte del agente. El joven fue acusado de conducción temeraria bajo los efectos del alcohol, homicidio, y evasión de ayuda al darse a la fuga.

El sargento de Policía, Wichien Klanprasert estaba respondiendo a una llamada de robo cuando su motocicleta por un deportivo negro, según los testigos. La Policía siguieron un rastro de aceite de motor hasta la casa del heredero, donde encontraron un Ferrari accidentado propiedad del joven.

A partir de ahí, el caso se complica: el joven admitió haber conducido el automóvil y golpear la motocicleta, pero afirmó que el agente se interpuso en su trayectoria. Y meses después, se dio a conocerr un presunto intento para encubrir el caso: la detención de otro individuo que afirmó estar conduciendo el vehículo en el momento del suceso. Un agente de Policía tuvo que dimitir por ello.

Y finalmente, en abril de 2017, el heredero terminó de convertirse en un símbolo de la impunidad en Tailandia, cuando la Interpol se vio obligada a emitir una orden de arresto internacional después de que el joven eludiera hasta siete comparecencias con las autoridades para escuchar la lectura de cargos, alegando negocios internacionales.

«Aquí no sorprende a nadie que la gente con dinero evite las consecuencias legales de haber matado a alguien en una calle», lamentó el diario ‘Bangkok Post’ en un editorial, «porque la historia les demuestra que pueden».

La mayor parte de las acusaciones han acabado prescribiendo excepto la de conducción temeraria, que las autoridades decidieron abandonar a finales del mes pasado, según ha informdo el portavoz de la Policía Nacional tailandesa, Sampan Luangsajjakul, a la cadena CNN.

El portavoz no ha revelado los motivos tras la decisión, pero sí ha desmentido que exista un sistema judicial a la carta para los acusados más pudientes. «Aquí no ha habido doble rasero. Este caso se ha revisado conforme a las pruebas», ha manifestado el portavoz.

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