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En un laboratorio a menudo el trabajo se hace monótono, repitiendo experimentos una y otra vez con diferentes variaciones en busca de resultados. Por otro lado, si en algo son buenos los robots es en realizar trabajos monótonos. Unos investigadores de la Universidad de Liverpool parece ser que unieron estas dos ideas. ¿El resultado? Un robot que se mueve por el laboratorio y hace experimentos por su cuenta durante casi 22 horas al día y los siete días de la semana.


En un artículo publicado en Nature detallan más a fondo el funcionamiento de este nuevo robot químico. Aseguran que es el primero de su tipo y que puede hasta tomar decisiones por su propia cuenta.

Compañero de laboratorio

Los investigadores han diseñado este robot en tamaño humano (eso sí, pesa 400 kilogramos). Su altura es de 1,75 metros y gran parte de esa altura es la del brazo robótico que integra. Hay una razón de er para esto, con ello pueden adaptarlo al entorno ya existente en un laboratorio, donde las herramientas y el espacio disponible está pensado para humanos. De este modo el robot puede utilizar los mismos instrumentos que una persona y moverse sin problema alguno por los pasillos del laboratorio.

Para no romper ningún instrumento, muestra o mobiliario en general del laboratorio, el robot escanea con un láser su entorno y así mejora su precisión. Durante las pruebas realizadas el robot realizó un total de 680 experimentos durante ocho días y trabajando alrededor de 172 horas. En este periodo no tuvo problemas para realizar tareas independientes como pesar sólidos, dispensar líquidos o cuantificar resultados.

Robot

¿Las ventajas de usar un robot? De primeras puede trabajar mucho más que un humano, sin cansarse y sólo «descansando» para recargar su batería. Comentan que puede trabajar durante 21,5 horas al día sin pausa. Por otro lado, el robot simplemente trabaja, no se estresa si un experimento no sale como esperaba y lo repite una y otra vez.

No obstante, el robot no parece limitarse a simplemente seguir órdenes y realizar tareas repetitivas. Según explican sus creadores, su algoritmo le permite escoger el siguiente experimento a realizar según el que mejores resultados puede dar teniendo en cuenta los anteriores. Esto le ha permitido ya descubrir un nuevo catalizador sin intervención humana.

Robot

Lo cierto es que la idea de utilizar robots autónomos en laboratorios para experimentos repetitivos no suena nada mal. Para algo similar se está enseñando por ejemplo a un robot a suturar. Al menos parecen tener finales más felices que otros.

Vía | PHYS
Más información | Nature

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