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Víctor de la
Fuente
| Como era de esperar los ojos del mundo se posan estos días
sobre las elecciones en Estados Unidos. En una jornada histórica, donde la
participación electoral ha alcanzado máximos solo vistos en el año 1900, la
presidencia sigue en el aire ante lo ajustado de las votaciones. Entre los dos
candidatos que presenta el establishment norte americano, Biden y Trump, la
experiencia de Democratic Socialist of America (DSA) ya comienza a cosechar
victorias.

A nadie se le escapa que gane quien gane la carrera presidencial la situación en EEUU refleja una fuerte tensión social. La resolución de las votaciones en los estados de Michigan, Wisconsin, Nevada y Arizona allanan la victoria de Biden bajo las amenazas de Trump de no reconocer los resultados. Junto a ésto, la pandemia sanitaria y la inestabilidad política marcan el terreno del debate político desde hace meses. Tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis (en el Estado de Minnesota), el movimiento Black Lives Matter tomó las calles de todo el país frente a la política racista y clasista del presidente Donald Trump y sus fieles seguidores. Política que era tibiamente contestada, y en algunos casos acompañada por la dirección del Partido Demócrata.

Pero hay vida más allá del todo poderoso Partido Demócrata, concretamente más a su izquierda. En esta izquierda se desarrolla desde hace unos años la experiencia de Socialistas Democráticos de América (Democratic Socialists of America, DSA por su siglas en inglés). Un espacio siempre inhóspito para quienes miramos desde fuera de Estados Unidos lo que allí sucede. Un lugar que empezamos a conocer desde las pasadas primarias para la elección del candidato entre Hillary Clinton y Bernie Sanders. Y que seguimos con expectación durante el proceso que tristemente acabó con Joe Biden como candidato oficial para conseguir la presidencia en las elecciones que en estos días se dirimen.

En esta izquierda se desarrolla desde hace unos años la experiencia de Socialistas democráticos de América (Democratic Socialists of America, DSA por su siglas en inglés). Organización a la que pertenece la ya famosa congresista latina Alexandria Ocasio-Cortez, reelegida en estas elecciones por el 14º distrito, parte del Bronx y Queens, donde ha conseguido recoger dos de cada tres votos emitidos. Y que junto a ella ha conseguido otros 25 cargos institucionales en estas elecciones. Posiciones en ciudades importantes como Oakland y Richmond en el estado de Californnia, Rashida Tlaib, reelegida al congreso por Michigan, junto a Ilhan Omar, por Minnesota, Ayanna Pressley, por Massachusetts, y la ya mencionada Ocasio-Cortez en Nueva York. Además de varias y varios legisladores elegidos en sus respectivos estados y ciudades. Además de diversos referéndums sobre los que también se decidía en estas elecciones en diferentes estados. Como la subida del salario mínimo en lugares como Florida y Maine, a 15USD la hora, el control de las grandes rentas del capital, limitaciones ambientales y la prohibición de controles faciales por parte de la policía.

Desde el otro lado del Atlántico, Todd Chretien, miembro de Democratic Socialists of America en el Estado de Maine, nos traslada como viven estas horas mientras aún se siguen contando los votos y Trump lanza sus amenazas en la televisión. “Hay un sentimiento en DSA de que la campaña de Joe Biden fue un completo desastre. No podemos olvidar que él es un neoliberal, un racista y machista, acusado de abusar de una mujer hace años, animador directo de la política imperialista de los Estados Unidos. Desde luego que Biden no es el candidato de DSA, pero ante el modelo electoral con el que contamos aquí y frente a la ofensiva de Trump, la mayoría de nuestra organización decidió apoyar su campaña contra la de los republicanos. Ésto no significa de ninguna manera que la organización de DSA esté capturada por los demócratas» afirma Chretien.

«Hay una lucha a la izquierda del partido demócrata para organizar algo nuevo. DSA tiene una oportunidad en este momento para crecer y desarrollar su propia identidad, para lanzar sus propios candidatos”. Y es que desde DSA no son ingenuos por mucho que se rechacen las políticas de Trump, “la gran parte del Partido Demócrata, tanto los nuevos como los viejos miembros elegidos, son centristas, totalmente comprometidos con el camino neoliberal. Intentarán llegar a acuerdos con los republicanos. No tenemos esperanzas en un cambio importante por su parte. Claro que Biden acabará con algunas de las medidas más disparatadas de Trump, pero desde luego no pondrá en marcha la necesaria transformación ecológica del sector industrial, no aumentará los salarios, no fomentará el proceso de sindicalización de las trabajadoras y trabajadores, ni controlará a la policía. En definitiva, el Partido Demócrata sigue siendo completamente neoliberal”. Es por ésto que Todd es optimista respecto a las posibilidades de desarrollo político de DSA, “va a ser un periodo importante para DSA bajo la administración de Biden, vamos a ser la oposición por la izquierda del Partido Demócrata”.

Estos resultados que conocemos hoy no vienen de la nada, si hay otro aspecto por el cual es necesario acercarnos a la experiencia de DSA y su desarrollo, es por ser capaz de dar forma organizativa al proceso de politización que estos años atraviesa EEUU. “Éstos son unos grandes resultados y yo creo que DSA va a crecer más tras ellos” como nos comenta animado Todd Chretien y añade que “desde hace unas semanas lanzamos una potente campaña para atraer a más personas a formar parte de nuestra organización y ésta va dando resultados”. Y es que DSA contaba aproximadamente con 10.000 militantes en 2016 y ha llegado hasta los 70.000 en la actualidad y no descartan alcanzar los 100.000 en los próximos meses. Militancia sin la cual no serían posibles los resultados que hoy conocemos.

Mientras escribimos estas líneas y charlamos con  Todd Chretien, no se conoce aún quien es definitivamente el próximo presidente de los EEUU para los próximos cuatro años. Las sospechas que Trump intenta sembrar sobre el proceso electoral comienzan a movilizar a sus votantes, quienes ya se han presentado en varios colegios electorales reclamando que se detengan las votaciones. “En este momento hay muchas discusiones entre los sindicatos, las organizaciones feministas, el movimiento LGTBIQ, organizaciones de la población migrante, el movimiento estudiantil, DSA y todas las organizaciones progresistas ante la necesaria respuesta si Trump llegara a movilizar su base con el fin de detener el proceso electoral. No hay un comité central de la oposición, pero la gente si que está preparada y se están comenzando a dar algunas movilizaciones espontáneas”. En el caso concreto de DSA Todd nos señala como en el caso de Nueva York la organización ha llamado a manifestaciones esta noche a través de la campaña #ProtectTheResults. “Si hay un intento de golpe parlamentario-judicial de Trump contra el proceso electoral vamos a tener movilizaciones tremendas, pero si Trump fracasa no espero que veamos manifestaciones muy grandes en los próximos días. Depende de la respuesta de Trump en las próximas 24 y 48 horas”.

Víctor de la Fuente es militante de Anticapitalistas y miembro de la redacción de Poder Popular



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