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Fotografía: Dirección General de Gobierno y Asuntos Jurídicos de la Alcaldía Miguel Hidalgo/ Twitter

Tanto las personas que sólo poseen educación básica, como aquellas ocupadas en actividades no remuneradas, han sido las principales víctimas del virus


La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la Pandemia por Covid-19 el 11 de marzo del presente año. Con dicha declaración, este organismo oficializó la crisis sanitaria mundial que ha acentuado diversos problemas ya existentes, en el caso de México, las desigualdades sociales y la violencia experimentada por diversos sectores se han expresado con mayor intensidad a partir de la pandemia, señalaron René Jiménez Ornelas, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México y Dalia Reyes, profesora y asistente de investigación de la misma institución.

Según el concepto del triangulo de la violencia del sociólogo noruego Johan Galtung , la violencia puede ser estructural, directa y cultural. La violencia directa es aquella que se puede observar de forma inmediata, como en el caso de robos, asaltos y extorsiones en el transporte público, afirmaron los académicos.

En México, las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública 2019-2020, muestran una variación de este tipo de delitos, ya que si comparamos los años 2019 y 2020, los delitos aumentaron a partir de marzo del presente año y en los meses posteriores (abril, mayo y junio) el pico declinó por el confinamiento, a diferencia de julio y agosto, cuando una vez más se incrementan por el cambio de los semáforos de emergencia sanitaria con los que se inicia el desconfinamiento progresivo, explicaron los expertos.

Otra de las dimensiones de la violencia es la estructural, que para el caso de la Ciudad de México se puede ejemplificar con el escándalo suscitado cuando las autoridades de la Alcaldía Miguel Hidalgo decomisaron los triciclos de los vendedores ambulantes, bajo el argumento de que sólo un porcentaje limitado del espacio público podría ser ocupado durante la contingencia. Este hecho indignó a múltiples personas en redes sociales ya que lo percibieron como una forma de privación del sustento de estas familias de recursos limitados, señalaron Jiménez y Reyes.

Respecto a la violencia cultural, en el país se identifican variables de tipo social, como la escolaridad, que generan impactos diferenciales de la pandemia. De acuerdo a los datos del Subsistema Epistemológico y Estadístico de Defunciones 2020, se observa que los sujetos con escolaridad básica han sido las principales víctimas del virus, seguidos por la población con educación media superior y superior. Asimismo, si se considera la variable laboral se identifica que las personas con ocupaciones no remuneradas también son parte del mayor porcentaje de contagios, a diferencia de los funcionarios, los directivos, y las personas que se dedican a las actividades agrícolas o comerciantes, afirmaron los demógrafos.

Por tanto, el reto se encuentra en considerar los diferentes tipos de violencia y dar solución al desempleo ya que, en el caso particular de México, es evidente la necesidad de una reactivación económica que no ponga en riesgo la salud de las personas.

Estas reflexiones se realizaron durante el seminario “Movimientos Sociales. Sociedad, Política y Mercados en la Era Global”, coordinado por Javier Aguilar García, investigador del IIS-UNAM. El evento se llevó acabo por videoconferencia el 30 de septiembre de 2020.


Imágenes de la videoconferencia



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