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Carlos Ortega, quien lidera al equipo de investigadores que desarrolló la secuenciación del SARS-CoV-2 en El Salvador, explica que mientras no haya una inmunización de rebaño en el país, las medidas de distanciamiento social y bioseguridad no deben dejarse a un lado.

De acuerdo con Ortega, quien es docente e investigador de la Universidad de El Salvador (UES), la aplicación de la vacuna al personal de primera línea funcionará para mantenerlos a salvo, una vez completen ambas dosis.

Por otra parte, los ciudadanos deben continuar implementando las medidas de protección porque la inmunidad colectiva dará frutos hasta que más de la mitad de la población haya sido vacunada.

A juicio del investigador, «la primera fase de la vacunación no será suficiente para generar el efecto de inmunización de rebaño». Por eso, explicó aunque se comiencen a aplicar las vacunas no se pueden relajar las medidas de bioseguridad.

“Desconocemos todas sus mutaciones, pero podemos evitar su propagación manteniendo las medidas de bioseguridad”. 

Dr. Carlos Ortega, investigador y docente.

«Esto se podrá hacer hasta que la mayoría de la población este vacunada y no sabemos en qué fecha se va a lograr», aseguró Ortega.

El uso de la mascarilla, el distanciamiento físico y el constante lavado de mano actúan como un cortafuego para evitar que el virus se propague, aún si presenta algún tipo de mutación.

«Está demostrado que este virus cambia su comportamiento y desconocemos todas sus mutaciones, pero podemos evitar su propagación manteniendo las medidas de bioseguridad», recomendó el investigador.

Actualmente, el equipo de investigadores liderado por Carlos Ortega trabaja en averiguar si en El Salvador ya circula la mutación descubierta en Reino Unido.

«Nuestro objetivo es registrar si hay cambios y aportar datos que contribuyan al manejo local de la pandemia. Trabajamos en una nueva secuencia para averiguar si esta mutación ya está circulando en el país aunque esperamos que no», dijo el experto.

La secuenciación del coronavirus facilita los tratamientos médicos al evidenciar el panorama ante el que se enfrenta el personal de salud. «Esta información nos permite un manejo apegado a la situación, es más objetivo respecto a la realidad local. Los datos se comparten a una base de datos mundial porque sirven para manufacturar vacunas, probar fármacos, hacer pruebas diagnósticas», explicó.

Respecto a las reinfecciones por covid-19 el investigador dijo que la evidencia científica señala que es posible.

«La forma correcta de determinar que hubo una reinfección es que se tenga una prueba PCR en tiempo real positiva, una prueba que evidencia que se recuperó y luego una nueva prueba positiva meses después de la primera prueba. Hay personas que dicen que se enfermaron y que no les puede volver a dar, esto no es del todo cierto porque hay evidencia científica de varios casos de reinfección en el mundo», aseveró.

«Preocupémonos por mantener las medidas de bioseguridad independiente de las mutaciones que hayan o puedan venir. Estas medidas dificultan la propagación del virus y las debemos mantener mientras no haya vacuna», concluyó.

Investigación

Las mutaciones que se descubrieron en la primera secuenciación del virus en El Salvador no mostraron generar cuadros más graves o ser más infecciosas, pero el comportamiento de este debe estudiarse porque no se sabe en qué momento el virus puede volver a cambiar, como ha pasado en otros países.
 

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