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Un viaje a Nueva York, Chicago Londres, Rusia o Panamá. Alejandro Quincoces (Bilbao, 1951) expone desde este viernes en Gijón en la Galería Bea Villamarín su nueva obra “Ciudades de asfalto, ciudades de luz”. “Son ambientes urbanos, panorámicas, y algunos de ellos más románicos, ligeramente fantaseados, que tienen más que ver con el mundo de lo onírico, la grandeza de lo inconmensurable”, explica el artista, con una dilatada trayectoria artística de más de dos décadas. “Reúne en los cuadros ambientes urbanos a pie de calle, algunos ambientes por ejemplo de Chicago, fotos que hice hace años”, indica antes de subrayar que mantiene su línea artística: “El estilo que muestro es básicamente realista”.
Quincoces culmina con esta presentación un trabajo que inició hace tres años, y que sin imaginarlo le ha hecho pintar un ambiente de ciudades en las que se puede apreciar la huella del virus y el confinamiento. “Se ven ambientes urbanos vacíos, con ciudades silenciosas, que dan la sensación de casi fantasmagóricas en las que el hombre ha perdido toda su capacidad de presencia”, señala el artista vasco.
Aprovecha también para hacer no solo un guiño a lo lejano, que despierta en el espectador las ganas de viajar, sino también para recorrer su ciudad natal. “He recorrido muchísimas veces mi ría de Bilbao, hay un ambiente industrial que reúne esa característica. Hay ambientes en los que existió una vida anterior, que ya no es tal, y va quedando huellas de una vida pasada, de lo que ha hecho y construido el hombre”, concluye Alejandro Quincoces.
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