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  • Realizar una conducción predictiva usando lo menos posible el acelerador y el freno puede reducir tu gasto hasta en un 30% de media


  • Revisar la presión de los neumáticos es otra de las rutinas a realizar cada mes para que el rozamiento no incremente tu consumo

Sería genial tener una fórmula mágica para reducir a la mitad nuestro gasto en combustible. Eso no existe, pero sí hay una serie de rutinas y consejos fáciles de aplicar para acabar notando una bajada en la factura anual de la gasolinera.

1- No frenes

Parece una locura pero es la forma más impactante de recomendarte justo lo contrario: procura acelerar lo menos posible, sólo lo justo. Es decir, si estás viendo que vas a llegar a un semáforo, deja de acelerar, deja que el coche avance sólo con la inercia hasta llegar al mismo. Una conducción fluida, acelerando sólo lo necesario sin acelerones ni frenadas, puede hacerte ahorrar más combustible que casi ningún otro truco. Con una conducción así podrías llegar a mejorar hasta un 30% tus consumos, sobre todo si conduces casi siempre en ciudad y circunvalaciones. Además, lograrás otro ahorro añadido, desgastarás mucho menos los frenos. En descensos pon la marcha más larga que el motor te permita -nunca en punto muerto pues entonces sigue gastando para no calarse- y deja que la gravedad trabaje a tu favor.

2-Tus ruedas te “roban”

Sí, sí y tú las dejas, simplemente por inacción, no ocupándote de revisar su presión. De los neumáticos depende hasta el 20% del gasto total del combustible de un coche. Si la rueda va baja, la superficie de contacto aumenta y el motor debe trabajar más. Por eso, revisar la presión una vez al mes te ayudará mucho. Expertos del Race afirman que una presión de 0,5 bares inferior a la correcta hace que el consumo crezca un 2% en ciudad y un 4% en carretera.

3-Adiós a Diógenes

¿Cuántas cosas puedes encontrar en tu coche que no son realmente necesarias? Y no estamos hablando de herramientas, linterna, botiquín… si no de esas cosas que se acumulan y van sumando gramos de peso. Para que no pienses que esto es ridículo has de saber que los fabricantes se gastan hasta mil millones de euros para bajar el consumo de un vehículo una media de 0,1 litros al kilómetro. Otro dato: por cada 100 kg de peso el gasto crece un 6%. Ojo a las maletas.

4-Fuera la baca

Si necesitas llevar cofre o barras de techo para llevar objetos, ya sabes que eso va a afectar a la aerodinámica y por tanto al gasto. Por eso, debes desmontarlo todo en cuanto puedas y no montarlo hasta que no necesites volver a usarlo. Si no, estos aparatos incrementarán hasta un 10% tu consumo. Elimina cualquier otro objeto (banderolas, cintas…) que lleves en el exterior.

5-Cambia la mascarilla

Los filtros del aire son “la mascarilla” que impide que fragmentos de suciedad entren en el interior. Si no se revisan y cambian, se atoran y cuando pongas el aire acondicionado provocarán mayor gasto. Revisar el aceite para que el motor trabaje más sedosamente es otra buena idea.

6-Planifica las salidas

Si sabes que saliendo de casa diez minutos antes te ahorras el atasco diario, hazlo y la cartera lo agradecerá. Alargar 10 minutos un viaje de una hora aumenta el gasto un 14%. En escapadas o viajes largos ten clara la ruta y usa el navegador o el móvil si tienes dudas.

7-Reposta tempranito

Todos sabemos que el volumen incrementa con el calor, por eso repostar cuando la gasolina está a menos temperatura, es decir, a primera hora de la mañana, hará que por el mismo precio llenes algo más el depósito que si lo haces a mediodía con 38º a la sombra.

8-Gota a gota

Mantener durante algunos segundos apretada la maneta del surtidor con el tubo dentro del depósito incluso aunque ya hayan saltado los litros que habías fijado previamente, es una buena idea. Cierta cantidad de gasolina que vas a pagar siempre se queda en el grifo y la manguera. Son muchos litros al año los que puedes ahorrar simplemente girando el grifo o levantando un poco la manguera para que ese contenido no se quede ahí.

9-A la sombra

En verano, déjalo en sombra siempre que puedas para evitar esfuerzo al aire acondicionado. Pon todos los parasoles que tengas, lo que también puede reducir la temperatura interior en varios grados. Un truco simple pero muy efectivo es abrir las puertas de un lado y “abanicar” con energía con una del lado contrario diez veces y luego al contrario. Hazlo con las cuatro puertas y prueba un día a pasar al interior antes y después de hacerlo y lo comprobarás por tí mismo.

10-Los grados justos

La temperatura razonable está entre 21 y 23 grados. En ciudad puedes ventilar mejor con las ventanillas abiertas, pero en carretera el efecto vela te frenará mucho y es preferible el gasto en combustible del sistema de aire interior. Recuerda poner el sistema en recirculación, para aprovechar el aire fresco ya creado y abrir un poco alguna ventanilla cada media hora para que se renueve.

11-Arrancar es lo último

Casi todo el mundo entra, arranca el coche y luego quita el parasol, se pone el cinturón, las gafas de sol, ajusta el asiento… Un error porque se pierden unos momentos preciosos en los que se gasta mucha gasolina porque el motor no ha alcanzado su temperatura ideal. Lo suyo es arrancar y salir en los motores a gasolina. En cambio, en los diésel sí es preferible esperar unos segundos. Por otro lado, apaga siempre el motor si vas a estar parado más de dos minutos, pues si no gastas más de lo que ahorras en un nuevo arranque.

12-Velocidad uniforme

Siempre que puedas manten la velocidad lo más uniforme posible. Si tu coche tiene control de crucero es buena idea usarlo en viajes largos con poca montaña y curvas. En cuanto la situación se complica, un conductor experimentado aún es capaz de aprovechar mejor las inercias y cambiar en los momentos más apropiados. En general, el cambio debe hacerse a entre 1.500 y 2.500 revoluciones por minuto (rpm) en los diésel y a entre 2.000 y 2.500 rpm en los de gasolina.

13-Llena el depósito

Si tienes que desplazarte hasta la gasolinera porque no te pilla nunca de camino, llena siempre el depósito todo lo que puedas. Evitarás viajes y por tanto ahorrarás. Si el caso es el contrario, que tienes siempre una gasolinera a mano, lo mejor es mantener el depósito hacia la mitad. Así no acarrearás esos litros/kilos de más, con lo que gastarás menos combustible.

14-Neumáticos “verdes”

Si haces muchos kilómetros al año, puede compensarte comprar neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Casi todas las marcas los tienen, siendo posible ahorrar entre 0,1 y 0,2 litros a los cien kilómetros. También debes saber que sus compuestos hacen que tengan un menor agarre, con lo que la frenada no será exactamente igual a la de otro tipo de neumáticos, pero si optas por ellos es porque tu conducción será defensiva y ecológica y no usarás tanto el freno.

15-“Apps” comparadoras

Existen muchas aplicaciones que comparan los precios de las gasolineras por zonas geográficas y carburantes. Puedes encontrar las más baratas en algunas como “Gas All”, que utiliza la base de datos del Ministerio de Industria, “Gasolineras España”, “Gasolineras baratas” o “Diésel o gasolina”.

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